FUNDACION COCINA SIN FRONTERAS ECUADOR

Nuestra Historia

Desde el año 2015, la Fundación Cocina sin Fronteras Ecuador trabaja en la provincia de Orellana, una región ubicada en la franja fronteriza entre Ecuador, Colombia y Perú. Este territorio, reconocido por su extraordinaria biodiversidad, ha sido profundamente afectado por la explotación petrolera autorizada por el gobierno ecuatoriano, lo que ha provocado una alarmante deforestación y ha dejado a las comunidades indígenas en situación de vulnerabilidad. Ante esta realidad, la abogada Cristina Zárate, actual presidenta de la fundación, junto al chef David Honer, socio representativo, decidieron crear una organización sin fines de lucro que apuesta por la construcción de espacios de encuentro y formación. Su objetivo es fortalecer la comunicación intercultural, el respeto por el medio ambiente, la resolución pacífica de conflictos y la autosuficiencia a través de la soberanía alimentaria. Como afirma el chef David Honer: “Cocinar y comer es un acto social practicado en todo el mundo. Compartir una comida exige amistad, diálogo, afecto, conocimiento, intercambio de ideas, resolución de conflictos y celebración de momentos importantes.” La fundación ha desarrollado proyectos con comunidades indígenas Kichwa, Shuar y Huaorani, promoviendo el aprendizaje colectivo, el empoderamiento local y la preservación de sus tradiciones culinarias como herramienta de transformación social

Misión

Cocina sin Fronteras Ecuador impulsa el desarrollo de proyectos de emprendimiento, capacitación y formación para el empleo, enfocados en promover la inclusión económica y social. A través de programas y servicios dirigidos especialmente a grupos de atención prioritaria, la fundación fortalece la economía popular y solidaria, con énfasis en comunidades que enfrentan condiciones de pobreza y vulnerabilidad.

Visión

Cocina sin Fronteras Ecuador apuesta por la creación de espacios de encuentro y formación que promuevan el diálogo, el intercambio cultural y el respeto por el medio ambiente. Estos espacios también fomentan la resolución pacífica de conflictos y la autosuficiencia, a través de la creación y fortalecimiento de emprendimientos enfocados en la soberanía alimentaria.